Anoche los Philadelphia Sixers dijeron adiós a la temporada tras caer por 4-2 ante los Knicks en primera ronda del Este. La decepción es grande, aunque se suaviza pensando en la cantidad de partidos que se ha perdido Joel Embiid por lesión y en el enorme salto de calidad experimentado por Tyrese Maxey. También con el hecho de proyectar cerca de 60 millones de dólares de espacio salarial para verano.
Esto va a permitir a la franquicia acudir al mercado en busca de peces gordos. La mayoría de ellos de futuro incierto por la situación con sus propios equipos. Pero cabe esperar que los Sixers renuncien al salario de Tobias Harris para ponerse en situación de pescar a Paul George, Jimmy Butler o Brandon Ingram.
Del primer ya se ha hablado largo y tendido en esta misma web. El 30 de junio finaliza el plazo en el que puede renovar con Los Angeles Clippers y/o para aceptar su opción de jugador. De no ser así, se convertiría en agente libre sin restricciones. La misma tesitura afecta a Butler, de quien se ha empezado a hablar en los últimos días por la posibilidad de que los Miami Heat viren su proyecto hacia otra dirección.
Ingram es diferente, ya que no tiene opción de jugador para prorrogar su contrato con los Pelicans y será sí o sí agente libre sin restricciones. Se hace difícil pensar que New Orleans deje salir al alero por nada, por lo que en su caso lo más probable sería un sign-and-trade fuese cual fuese su destino. Brian Windhorst, que es quien comparte esta información, recalca que la opción número uno sigue siendo Paul George. A quien le ofrecerían un contrato máximo sin miramientos.
(Fotografía de portada de Tim Nwachukwu/Getty Images)