En ocasiones las franquicias se ensimisman con la persecución de una gran estrella cuando un complemento de élite les podría llevar al siguiente escalón sin los plantones a los que acostumbran los grandes nombres. La agenda de los Philadelphia Sixers está colmada de los Paul George, Brandon Ingram o Jimmy Butler. Pero parece que también tiene hueco para un jugador de perfil bastante inferior pero de vital importancia en dos de los últimos cinco campeonatos levantados. Kentavious Caldwell-Pope aún tiene que resolver su futuro con los Denver Nuggets. Y los Sixers le tienen en la recámara por si las negociaciones caen en saco roto.
Así lo ha contado Zach Lowe en su podcast en ESPN. Los Nuggets ya perdieron el curso pasado a Bruce Brown y Jeff Green por no poder competir con las ofertas de dos equipos a los que sobraba el espacio salarial. Era el caso de Pacers y Rockets. Y vuelve a ser el caso de los Sixers, con 60 millones de dólares para poner sobre la mesa este mismo verano.
El escolta tiene una opción de jugador de 15 millones de cara a la temporada que viene. Pero sabiendo que Denver solo cuenta con la flexibilidad de renovar a los jugadores que ya tiene en liza, lo normal es que salga de su contrato para obtener uno más lucrativo y longevo. Seguramente por encima de los 20 millones anuales. Cifra que parece dispuesta a poner sobre la mesa Daryl Morey y que habrá que ver si Calvin Booth logra sacar a Stan Kroenke.
(Fotografía de portada de Matthew Stockman/Getty Images)