Movimiento sorpresa en la NBA. Según ha avanzado Adrian Wojnarowski en primicia, Oklahoma City y Chicago han alcanzado un acuerdo por el que Alex Caruso jugará con los Thunder y Josh Giddey lo hará con los Bulls.
Este traspaso llega motivado por los diferentes momentos en los que se encuentran ambas franquicias. Mientras que Oklahoma City viene de una temporada en la que ha terminado en la cabeza del Oeste con una marca de 57-25, los Bulls finalizaron novenos del Este con apenas 39 triunfos y 43 derrotas.
Los Thunder aprovechan su amplia plantilla para cambiar a un jugador con potencial en ataque, Giddey, por una pieza defensiva de primer nivel que puede aumentar el techo defensivo de un equipo listo para competir por lo máximo en los próximos años. La expectativa es que Caruso, que finalizará su actual contrato en 2025, pueda renovar por su nuevo equipo a partir de que se cumpla la moratoria tras este tipo de traspasos, fechada seis meses de sucederse el traspaso.
Por su parte los Bulls tratan de conseguir a un jugador que venga a ocupar el puesto de generador ofensivo una vez que el futuro de Lonzo Ball como jugador en activo cada vez parece más lejano. Giddey, de 21 años, apenas ha disputado tres temporadas en la NBA, pero ha tenido problemas en su tercera campaña para despuntar en un equipo dominado por la presencia de Shai Gilgeous-Alexander.
Para más inri, Giddey apenas contó en la última ronda de playoffs disputada por los Thunder contra Dallas Mavericks. Buscado una y otra vez por los atacantes de Dallas, el entrenador de Oklahoma City Mark Daigneault solo le tuvo en pista 12,6 minutos por noche. A lo largo de la regular season Giddey ha promediado 12,3 puntos, 4,8 asistencias y 6,4 rebotes en 25,1 minutos de juego, promedios inferiores a su anterior temporada con los Thunder.
En desarrollo.
(Fotografía de Elsa/Getty Images)