Si algo puede salir mal, saldrá mal. Ésa parece ser la principal hoja de ruta de Los Ángeles Lakers en los últimos dos años. A los fiascos de Dwight Howard, quien solo estuvo una temporada y se fue, de Steve Nash y de las dos lesiones de Kobe Bryant, se unió ayer la grave lesión de la que Julius Randle fue víctima.
El rookie sufrió una rotura en la tibia y esta misma mañana fue intervenido para subsanar su fractrura, tal como adelantó Mike Bresnahan, de Los Angeles Times y más tarde confirmaron los Lakers.
Así, tras la intervención, se espera que el jugador se pueda recuperar de forma plena y, debido a ello, no volverá a jugar más esta temporada. Este último hecho fue confirmado por la propia franquicia angelina.
https://twitter.com/Lakers/status/527563249416290305
La tragedia es evidente. El número 7 del pasado Draft y una de las grandes esperanzas, y escasos motivos de alegría, en los Lakers de este año estará en blanco durante todo su primer año en la liga después de haber disputado tan solo 14 minutos oficiales en la NBA.