La NBA es un ejemplo de tolerancia y respeto en cuanto a cultura, sexualidad o raza; sin embargo, en lo que respecta al himno nacional, más en concreto a cuando suena ante de comenzar un partido, la rigurosidad –como bien sabe Matt Barnes– es absoluta.
«No quieren que masques chicle. Me dijeron: ‘saca el chicle de tu boca’. En otra ocasión estaba usando el baño y me dijeron que no podía faltar al himno. Yo estaba como: ‘Hombre, tenía que orinar’. Me dijeron que la próxima vez recibiría una multa. Dije: ‘oh, ok'», explica el alero de los Kings en The Vertical Podcast.
La norma, la cual no tienen intención de cambiar lo más mínimo, dice lo siguiente: «Los jugadores y entrenadores permanecen de pie y alineados en una postura digna a lo largo de las líneas laterales o en la línea de tiros libres durante la interpretación del himno nacional».
El caso Abdul-Rauf
El 12 de marzo de 1996 Mahmoud Abdul-Rauf anunciaba que la liturgia del himno violaba sus creencias religiosas, por lo que durante parte de la temporada se mantuvo en el vestuario mientras sonaba. Después empezó a escucharlo sentado, algo que hizo hasta que las protestas de los aficionados llevaron a la NBA a suspenderle al no querer acatar la norma. Tras un solo partido sin salario, la estrella de los Nuggets llegó a un acuerdo con la liga para mantenerse en pie mientras sonada el himno, eso sí, rezando en silencio.
