En los últimos días era casi un secreto a voces: Klay Thompson iba a abandonar los Warriors tras 11 temporadas. Justo eso se escuchaba en todas direcciones y justo eso pasó en cuanto se abrió la agencia libre con su fichaje por Dallas Mavericks. Una de las mitades de los splash brothers junto a Stephen Curry dejaba el único equipo que había conocido en su carrera, dejando tras de sí cuatro anillos y varios récords desde la larga distancia. Ha sido un momento doloroso y nostálgico, uno ante el que Golden State no sólo no ha permanecido callado, sino que ha emitido un comunicado para agradecer su paso por la Bahía y anunciar además que retirarán su camiseta con el número ’11’.
«La cantidad de alegría y felicidad que Klay brindó a los aficionados de los Warriors, a los nativos del área de la Bahía y a los seguidores de Dub Nation en todo el mundo ha sido inmensa y no se puede minimizar. Su capacidad para rendir en situaciones de presión en los escenarios más grandes, incluidos muchos actos heroicos en algunos sextos partidos, ha ayudado a definir su carrera», comenta la organización californiana antes de anunciar el homenaje que le rendirán en el Chase Center.
«El legado de Klay perdurará para siempre y esperamos con ansias el día en que podamos retirar su camiseta número 11 en el Chase Center, donde se unirá a una multitud de warriors inmortales, incluidos aquellos que ayudaron a dar forma a esta reciente dinastía, incluido él mismo. Agradecemos a Klay todo lo que ha contribuido y le deseamos lo mejor mientras se escribe otro capítulo de su viaje», sentencia la nota.
Sin duda la marcha de Klay supone el final de una era, pero no es menos cierto que parecía ser algo que necesitaban tanto equipo como jugador. Thompson mantiene intacta la muñeca; sin embargo, en demasiadas ocasiones se le había visto frustrado y desconectado durante la última campaña. Le hacía falta despejar la mente y eso espera hacer junto a Kyrie Irving y Luka Doncic.
(Fotografía de Thearon W. Henderson/Getty Images)