La temporada 2023-24 terminó realmente mal para Josh Giddey. El joven jugador australiano vio cómo su rol en Oklahoma City Thunder fue disminuyendo hasta el punto de pasar verdaderas minutadas en el banquillo durante los playoffs. Con tal realidad frente a él, poco después le toco hablar con Sam Presti, general manager del equipo, a quien indicó que no se veía partiendo desde el banquillo de cara al curso 2024-25. Todos sabemos cómo ha terminado la historia: Giddey es nuevo jugador de los Chicago Bulls al ser traspasado por Alex Caruso.
«Le dije que en este momento de mi carrera, tengo 21 años, no era algo que estuviera demasiado ansioso por hacer (ser suplente). Él lo entendió completamente. Durante todo el proceso fuimos abiertos y honestos el uno con el otro… Lo entendió. Trabajamos juntos durante todo el proceso y él me llevó a un gran sitio», comenta durante su rueda de prensa de presentación como nuevo jugador de la organización de Illinois.
Cuestionado por el descenso de sus estadísticas al quedarse en 12,3 puntos, 6,4 asistencias y 5 rebotes con un 47,5% en tiros de campo, el guard señala que más que algo personal es consecuencia del colectivo, ya que la plantilla mejoró y con ello el reparto de responsabilidades cambió drásticamente.
«No creo que eso habla de una visión negativa sobre mí. Fue más bien que nuestro equipo se volvió tan bueno… Había varios jugadores que podían manejar el balón y hacer cosas diferentes. Tuve que adaptarme. Tuve que aprender cosas diferentes. Mientras estás en medio de todo eso, es difícil ver la luz, pero echar ahora un ojo a lo ocurrido probablemente demuestra que me enseñó muchas lecciones que son necesarias para un jugador joven al principio de su carrera sobre cómo adaptarse a diferentes entornos», explica.
Un gran paso en su carrera
La realidad es que a Giddey se le veía fuera de lugar en los Thunder, casi como si el equipo creciese en una dirección y él fuese en otra. Y no se trata de una sensación de aficionados o prensa, sino que el propio protagonista lo ve tal cual.
«En mi opinión, iba a ser difícil aprovechar todo mi potencial en un equipo como Oklahoma City con tantos muchachos talentosos que necesitaban el balón en sus manos, que eran geniales con el balón en sus manos. Un cambio de escenario tal vez desbloqueará más de lo que puedo ser como jugador. Poder hacer que el juego sea fácil para todos, poder involucrar a los muchachos, distribuir el balón y lograr que otros jugadores tengan confianza a mi alrededor es algo de lo que me enorgullezco. Es difícil hacer eso en un rol en el que el balón no está demasiado en tus manos… Quiero empezar siendo el playmaker«, sentencia.
(Fotografía de Joshua Gateley/Getty Images)