Es obvio que Denver aún debe hacer ajustes y que por ahora no está para muchos entre los favoritos al anillo, pero ello no esconde lo que es una realidad desde hace años: Nikola Jokic es (seguramente) el mejor jugador de la NBA.
Si bien la pérdida de Kentavious Caldwell-Pope en verano fue muy dura, los Nuggets pueden seguir agarrados a un auténtico genio del baloncesto que anoche dio otra exhibición a modo de triple-doble que se mide exactamente por 29 puntos, 18 rebotes y 16 asistencias. Ya lo hemos dicho otras veces: Jokic hace de todo y todo bien; tanto es así que hace que todos los que le rodean puedan dar su mejor versión.
Hablando ya del partido ante los Nets en Brooklyn, la realidad es que los de Colorado tuvieron que sudar la gota gorda para sacarlo adelante. A lo largo del encuentro llegaron a estar hasta 15 puntos abajo y en momento alguno tuvieron una ventaja cómoda. Así, se vieron abocados a un final apretado que terminó en una prórroga en la que los de Michael Malone supieron definir para ganar 139-144 y ponerse con un balance de 2-2.
Más allá de la enorme actuación de Jokic, los Nuggets contaron con 24 puntos tanto de Jamal Murray como de Aaron Gordon, mientras que Michael Porter Jr. por fin estuvo acertado en el lanzamiento para firmar un 4 de 7 en triples que le llevó a conseguir 16 tantos.
Unos Nets muy serios
Brooklyn no tiene presión alguna esta temporada, pero no por ello se están dejando llevar. Jordi Fernández quiere implantar una robusta base sobre la que construir y tal plan pasa sin duda por competir cada noche más allá de los objetivos que se tengan a largo plazo. Además, está contando con una gran versión de Dennis Schroder, quien anoche firmó un doble-doble de 28 puntos y 14 rebotes. Queda mucho trabajo por delante, pero el inicio está dejando muy buenas sensaciones.
(Fotografía de Michelle Farsi/Getty Images)
