Las tres derrotas consecutivas recientes sufridas por los Phoenix Suns han causado especial mella en el vestuario. Esta racha de resultados sitúa a la franquicia de Arizona con un récord negativo de 15-17, lo que les ha hecho caer hasta la undécima posición de la Conferencia Oeste, fuera de los puestos de play-in.
La situación en sí misma no es especialmente alarmante —los Milwaukee Bucks han sido capaces de reconducir su temporada— por el balance, sino por la frustración que ha empezado a apoderarse de la plantilla, principalmente de sus estrellas.
«Tenemos jugadores que han ganado a un alto nivel y que tienen grandes expectativas», declaró el técnico de los Suns, Mike Budenholzer, sobre el nivel de frustración de su equipo, según recoge el medio PHNX Sports. «Tenemos que encontrar formas de mejorar, así que no están siendo tiempos fáciles. Aunque estamos convencidos de que nuestros jugadores encontrarán una manera de superarlo y lo haremos juntos».
De forma más concreta, Devin Booker añadió que uno de los aspectos que más preocupa a la plantilla es el estado físico de Bradley Beal, quien volvió a caer lesionado en la derrota de este martes contra los Memphis Grizzlies.
«El nivel de frustración es alto. Todos somos competidores y sabemos que estos partidos nos van a costar caro al final de la temporada», afirmó, molesto, el escolta. «Queremos ganar algo de terreno, salir de puestos de play-in y ganar todos los partidos posibles».
Por su parte, Kevin Durant recalcó que los Suns simplemente tienen que jugar mejor, incluido él mismo. «Siento que puedo hacer mucho más. Siento que tengo que ser mejor. Y creo que todos los jugadores en el vestuario tienen esa misma mentalidad», afirmó el alero. «Así que todos tenemos que mirarnos al espejo para ser un mejor equipo».
(Fotografía de portada de Aryanna Frank-Imagn Images)