Hace bastantes semanas que los Pistons anunciaron una importante reestructuración en el equipo. El plan era dar el mando de la oficina a un nuevo ejecutivo y este mismo se inició hace pocos días con la contratación de Trajan Langdon y continuó con el despido de Troy Weaver, hasta ahora general manager de la organización de Michigan. Lo cierto es que no se atisban más cambios a corto plazo, pero ello no evita que haya un hombre en el alambre: Monty Williams.
El head coach de Detroit firmó en 2023 un enorme contrato de 6 años y 80 millones de dólares. La franquicia se puso en sus manos, pero la respuesta sobre el parqué no fue en consonancia con tal confianza. El equipo acabó con el peor récord de la NBA (14-68) y además estableció un récord de 28 derrotas consecutivas en una sola temporada. Tales datos no han hecho tambalear su puesto en el equipo, pero sí lo han puesto en entredicho.
Por ahora los Pistons no parecen plantearse el despido de Monty Williams –hay mucho dinero invertido en él–, pero para un entrenador nunca es buena señal que la persona que te trajo ya no forme parte del equipo. Exacto, Trajan Langdon puede llegar con sus propias ideas y aunque por ahora ha dado el visto bueno al actual técnico, una mala racha de resultados en la 2024-25 puede conducir a su destitución más pronto que tarde; y cuando hablamos de mala racha no nos referimos a repetir lo de la anterior campaña, sino a algo bastante mejor.
En todo caso, Detroit tiene bastante más trabajo por delante del que se refiere únicamente al banquillo. Lo único claro es que quieren que su proyecto gire alrededor de Cade Cunningham, pero a partir de ahí hay muchas respecto a rendimientos y decisiones; eso sí, de cara al mercado de verano parecen tener claro que incorporar algunos veteranos es parte del plan para mejorar. Tocará estar atentos a sus movimientos.
(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)