El tiro desde larga distancia ha dejado de ser coto exclusivo de los exteriores. La era del triple arrastra a todo jugador y su darwinismo obliga a abrazar la propia evolución de la NBA si se pretende sobrevivir en ella. Jugadores como Brook Lopez y Al Horford representan perfectamente este cambio de paradigma, especialmente duro con los interiores más clásicos.
Ahora, este desarrollo se está perfeccionado. No solo hablamos de que los hombres altos tiren de tres puntos de forma habitual —Karl-Anthony Towns, por ejemplo, suma seis temporadas por encima del 40% en triples—, sino que incluso lo están haciendo con mayor eficacia que aquellos jugadores denominados mejores tiradores de la liga. Eso sí, todo en su contexto.
A día de hoy, Domantas Sabonis y Nikola Jokic lideran la NBA en acierto exterior entre todos aquellos jugadores que intentan, al menos, un triple por encuentro y que han disputado un mínimo de 25 partidos. El interior de los Kings anota el 48,4% de sus intentos (2,4), seguido muy de cerca por el serbio (47,5%), quien, por su parte, tira más veces (4,3) que el lituano.
Lo de Sabonis no es una sorpresa como tal, pues ya desde su llegada a la NBA se animó a probar suerte desde el perímetro, primero en Oklahoma City y, posteriormente, en Indiana. Sin embargo, nunca había sonado chof de forma tan regular como ahora. «Es algo en lo que he estado trabajando desde que empecé a jugar al baloncesto», declaró el jugador al medio Sacramento Bee. «No es algo que suceda de la noche a la mañana. Tienes que entrenar en verano, después en temporada baja, una tras otra. Solo esperas que en algún momento empiecen a entrar. Y, hasta ahora, este año está sucediendo, así que solo tengo que seguir tirando y hacerlo con confianza».
Evidentemente, hay que matizar el acierto protagonizado por Sabonis y Jokic. En primer lugar, el volumen de tiros de tres puntos que intentan es reducido en comparación con francotiradores como Stephen Curry, Zach LaVine o Anthony Edwards. Tres jugadores que, por ejemplo, atraen una gran atención de las defensas cuando arman el brazo y que suelen encarar ayudas defensivas.
Sin embargo, jugadores como Sabonis y Jokic suelen operar de forma habitual en otras situaciones y zonas de la cancha. Y esto devuelve un dato bastante relevante al respecto: casi la totalidad de los triples intentados por el interior de los Kings se producen con su defensor a seis o más pies de distancia, unos dos metros. Es decir, entran dentro de la definición wide open o totalmente liberados, sin oposición, por lo que es mucho más sencillo hacer el tiro.
Si Sabonis optara por lanzar más veces desde el perímetro y no bajase sus porcentajes —o lo hiciera ligeramente—, es muy probable que las defensas rivales respondieran marcándole mucho más cerca y dejándole operar con menor espacio en el perímetro. Esto, a su vez, generaría oportunidades para sus compañeros, por lo que todo recurso que un jugador sea capaz de añadir a su juego siempre abrirá nuevas opciones ofensivas a su equipo.
Y, de momento, este apego de Sabonis hacia el triple está siendo un arma más para unos Sacramento Kings en racha que, poco a poco, han ido escalando posiciones y que ya solo partido y medio los separa de los puestos de acceso directo a playoffs.
(Fotografía de portada de Ed Szczepanski-Imagn Images)